Español
Como nos describe Ximena Escudero Albornoz en su libro Conventos Quiteños, podemos transcribir textualmente lo acertado del concepto: Ciudad amurallada dentro de la ciudad, sería la frase más apropiada para describir al monasterio de monjas clarisas, pues en el interior de sus muros -que se extienden desde la rúa a la cantera del Pichincha (al norte) hasta la pendiente septentrional de la quebrada de los «Gallinazos» o Jerusalén (al sur)- su iglesia cubierta por un verdadero bosque de cupulinos que emergen de la gran cúpula que cubre la nave central, sus tres claustros, sus capillas, su horno de pan, su enorme huerta arbolada, su porqueriza, su cementerio, y un sin fin de más dependencias de servicio, le han dotado de total autonomía.
Historia inicial
Fundado en 1596, primero el 18 de mayo y oficialmente el 19 de noviembre. Tras el robo y recuperación de objetos sagrados, los fieles financiaron la construcción dirigida por Antonio Rodríguez. Es el convento femenino más grande de Quito.
Arquitectura externa
Ubicado en San Roque sobre 20.000 m². La iglesia tiene varias cúpulas y un duodomo elíptico. Su fachada presenta dos portales: uno con Santa Clara, San Francisco y San Miguel; otro con la Coronación de la Virgen y la Trinidad.
Arquitectura interna
La nave central tiene una cúpula oblonga y crucero ochavado. Destaca el retablo mayor de 1797, con la Inmaculada de Legarda. Alberga retablos de Santa Coleta, Santa Clara, San Antonio, la Virgen de los Corazones, Cristo del Buen Suceso y San José, además de un púlpito del siglo XVII.
Esculturas
Se conservan 61 obras barrocas quiteñas, con esculturas y tallas de Miguel de Santiago, Caspicara y Bernardo de Legarda, además de retablos menores en clausura.
Pinturas
En el patio interno se encuentran murales del Vía Crucis muy bien conservados. Santa Clara de Asís, inspiradora del convento, fue seguidora de San Francisco y fundadora de la orden de clarisas.
English
As Ximena Escudero Albornoz describes in her book «Conventos Quiteños,» we can literally transcribe the aptness of the concept: «A walled city within a city» would be the most appropriate phrase to describe the monastery of Poor Clare nuns, because within its walls—which extend from the street to the Pichincha quarry (to the north) to the northern slope of the «Gallinazos» ravine or Jerusalem (to the south)—its church, covered by a veritable forest of cupolas that emerge from the great dome that covers the central nave, its three cloisters, its chapels, its bread oven, its enormous wooded garden, its pigsty, its cemetery, and countless other service dependencies, have given it complete autonomy.
Early History
Founded in 1596, first on May 18 and officially on November 19. After the theft and recovery of sacred objects, the faithful financed the construction directed by Antonio Rodríguez. It is the largest women’s convent in Quito.
External Architecture
Located in San Roque, on 20,000 m², the church has several domes and an elliptical duodome. Its façade features two portals: one with Saint Clare, Saint Francis, and Saint Michael; another with the Coronation of the Virgin and the Trinity.
Internal Architecture
The central nave has an oblong dome and an octagonal transept. The main altarpiece, dating from 1797, features the Immaculate Conception by Legarda. It houses altarpieces of Saint Coleta, Saint Clare, Saint Anthony, the Virgin of the Hearts, Christ of Good Success, and Saint Joseph, as well as a 17th-century pulpit.
Sculptures
Sixty-one Quito Baroque works are preserved, with sculptures and carvings by Miguel de Santiago, Caspicara, and Bernardo de Legarda, as well as minor altarpieces in the cloister.
Paintings
In the inner courtyard are well-preserved murals of the Stations of the Cross. Saint Clare of Assisi, the inspiration for the convent, was a follower of Saint Francis and founder of the Poor Clares.