Plaza de la Independencia

Español

Desde su más remota antigüedad, la Plaza Grande de Quito fue reconocida como un importante centro de intercambio precolombino. Algunas leyendas cuentan que el hijo del cacique Tumbe, llamado Quitumbe, fundó y le dio el nombre a Quito, sentando allí su reino.

Más tarde, la ciudad conquistada a los Quitus es embellecida por el emperador inca, Huayna Cápac, que construye hasta un palacio allí. Después se convierte en la capital del imperio incaico con Atahualpa, hijo de aquel. Finalmente, los conquistadores españoles la hacen sede de la Real Audiencia. El trazo de la ciudad, como tal, era ya un hecho después de toda esta trayectoria histórica.

Los cronistas locales señalan en distintos estudios cómo el urbanismo español salía de la Plaza Mayor y se extendía en calles y casonas, de acuerdo con la disposición de iglesias y conventos de las diversas órdenes religiosas, que a su vez daban nacimiento a nuevas plazas, plazoletas, barrios, manzanas y cuadras.

La Plaza Mayor nacía cuadrada. Era el eje central de las calles que en forma paralela iban naciendo horizontal y verticalmente, y dirigía la distribución de los terrenos para la construcción de casonas. En su origen albergó el cabildo, la iglesia principal, la Real Hacienda y un pequeño centro escolar.

Hoy la Plaza Grande de Quito, como se la conoce popularmente, reúne también los principales edificios de la ciudad: la sede del gobierno del país, o Palacio de Carondelet; la catedral, el Palacio Arzobispal, la Alcaldía y numerosas oficinas de los gobiernos municipal y nacional.

En medio de ella y rodeado de jardines de flores, árboles y palmeras se eleva el monumento a la Libertad, levantado en los años posteriores al grito de independencia del país, por cierto el primero en América, ocurrido el 10 de agosto de 1809.


Fuente: Centro Virtual Cervantes © Instituto Cervantes

English

From ancient times, Quito’s Plaza Grande was recognized as an important center of pre-Columbian trade. Some legends tell that the son of Chief Tumbe, named Quitumbe, founded and named Quito, establishing his kingdom there.

Later, the city, conquered from the Quitus, was embellished by the Inca emperor Huayna Capac, who even built a palace there. It later became the capital of the Inca empire under Atahualpa, his son. Finally, the Spanish conquistadors made it the seat of the Royal Audience. The layout of the city, as such, was already a reality after this entire historical journey.

Local chroniclers note in various studies how Spanish urban planning expanded from the Plaza Mayor to streets and mansions, following the layout of the churches and convents of the various religious orders, which in turn gave rise to new plazas, small squares, neighborhoods, blocks, and squares.

The Plaza Mayor was originally square. It was the central axis of the streets that grew horizontally and vertically in parallel, and it guided the distribution of land for the construction of mansions. It originally housed the town hall, the main church, the Royal Treasury, and a small school.

 

Today, Quito’s Plaza Grande, as it is popularly known, also houses the city’s main buildings: the country’s seat of government, or Carondelet Palace; the cathedral, the Archbishop’s Palace, City Hall, and numerous municipal and national government offices.

In the middle of it, surrounded by flower gardens, trees, and palm trees, stands the Monument to Liberty, erected in the years following the country’s cry for independence—incidentally, the first in the Americas—which took place on August 10, 1809.

 

Source: Centro Virtual Cervantes © Instituto Cervantes

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