La arquitectura republicana en Quito (1860-1914) recibió una fuerte influencia europea, especialmente del neoclásico y el Beaux-Arts francés, lo que introdujo un aire monumental y elegante a la ciudad. Entre sus elementos arquitectónicos destacan los arcos de medio punto, balcones ornamentados y detalles decorativos que dieron mayor refinamiento a las construcciones.
Se emplearon materiales tradicionales como piedra, adobe, madera y teja, pero con un acabado más estético. Entre los edificios representativos sobresalen el Colegio Femenino Espejo, el Palacio de Najas y el Congreso Nacional. En su contexto histórico, este estilo reflejó la consolidación de la República y el afán de modernizar Quito con construcciones emblemáticas.
 
				 
															 
															

