Camilo Egas Silva nació en Quito en 1889 y se formó en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal, así como en academias de Roma, Madrid y París. Fue uno de los grandes pioneros del arte moderno en Ecuador, reconocido por su papel como precursor de la pintura indigenista. Sus obras buscaban dignificar al indígena, resaltando su vestimenta, costumbres y oficios, más que denunciar las injusticias sociales, lo que marcó una nueva mirada estética en el arte nacional.
A lo largo de su trayectoria exploró diferentes estilos, desde el indigenismo hasta el expresionismo, el surrealismo, el cubismo y finalmente el arte abstracto. Vivió varios años en Francia y más tarde en Nueva York, donde trabajó como subdirector en la escuela de arte New School y realizó en 1938 un importante mural para el pabellón ecuatoriano en la Feria Mundial, con la colaboración de artistas como Eduardo Kingman.
Su legado incluye obras emblemáticas como Las Floristas, Indio Manuel y Las Viudas, además de importantes premios como la medalla de oro en 1916 y el Premio Mariano Aguilera en 1918. El Museo “Camilo Egas” en Quito conserva buena parte de su producción, reflejo de una carrera marcada por la constante búsqueda de nuevas formas de expresión que lo convirtieron en una figura esencial del arte ecuatoriano y latinoamericano.
Camilo Egas Silva was born in Quito in 1889 and trained at the School of Fine Arts in his hometown, as well as at academies in Rome, Madrid, and Paris. He was one of the great pioneers of modern art in Ecuador, recognized for his role as a precursor to indigenista painting. His works sought to dignify Indigenous people by highlighting their clothing, customs, and trades, rather than denouncing social injustices, marking a new aesthetic perspective in national art.
Throughout his career, he explored different styles, from indigenism to expressionism, surrealism, cubism, and finally abstract art. He lived for several years in France and later in New York, where he worked as assistant director at the New School of Art and, in 1938, created an important mural for the Ecuadorian pavilion at the World’s Fair, collaborating with artists such as Eduardo Kingman.
His legacy includes iconic works such as Las Floristas (The Flower Girls), Indio Manuel (Indian Manuel), and Las Viudas (The Widows), as well as important awards such as the gold medal in 1916 and the Mariano Aguilera Prize in 1918. The Camilo Egas Museum in Quito houses a large part of his output, reflecting a career marked by the constant search for new forms of expression that made him a key figure in Ecuadorian and Latin American art.
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